El popular refrán «el que ríe al último, ríe mejor» aplica perfectamente para lo que fue el partido que Unión San Felipe perdió en las postrimerías de la brega con Rangers de Talca, por 2 a 1.
Los del Aconcagua siguiendo fiel a su línea de juego, salieron a hacer su fútbol; situación que se repitió en los pastos de la región del Maule; sin embargo, esto no significa que el resultado esté garantizado.
Corría el minuto 33 de partido y luego de un balón largo que llegó al campo sanfelipeño, el local abrió el marcador. Con el 1 a 0, a favor de los piducanos, se fueron al descanso.
Una hermosa canción de Schwenke & Nilo, nos advierte, «hay que hacerse de nuevo cada día», y eso sucede en el fútbol si se está con el marcador en contra: hacerse de nuevo, buscar en cada jugada la posibilidad de lograr la igualdad; y precisamente fue en esa búsqueda, que el Uní Uní logró urdir una hermosa jugada, que materializó Riveros, logrando la ansiada paridad.
El partido siguió en la misma tónica: con un marcado equilibrio en las acciones; eso, hasta el minuto 81, cuando el árbitro mostró la segunda tarjeta amarilla a Rodríguez, lo que significó la expulsión de éste. Después las imágenes televisivas mostraron que el juvenil sanfelipeño no cometió falta. Pero, ya no había nada que hacer. Así los albirrojos enfrentaron los últimos minutos con un jugador menos.
Cuando el partido ya expiraba, la defensa forastera no despejó un balón adecuadamente y tras un centro, un cabezazo que terminó en el arco uniunista. Era el 2 a 1, definitivo.
Y tal como en la pichanga del barrio: último gol gana.
Ofiuco
Fuente imagen: prensafutbol.cl
