Tarjetita de invitación

Se podrá decir que la selección chilena sub 20 accedió por méritos propios a los octavos de final, del mundial de la categoría que se juega precisamente en Chile. Los argumentos resultan evidentes: se venció a Nueva Zelanda, lo que significó a la larga que esos tres puntos permitieran dirimir el triple empate a 3 puntos, que se produjo entre Nueva Zelanda, Egipto y la roja de todos. También es verdad que el once nacional, marcó un gol en su derrota ante los faraones y eso le permitió discutir palmo a palmo el segundo lugar, y con ello la clasificación a la siguiente ronda. Sin embargo, lo que define la clasificación es la diferencia de tarjetas amarillas entre ambas escuadras.

Con ello recordé una canción de la banda Sexual Democracia, que expresaba…» por un pituto, por un pituto» , y si bien, no es precisamente, un pituto, no es la forma más decorosa para el equipo que organiza la fiesta futbolera.

Tranquilo, nervioso, así jugaron el partido los juveniles de la rojita, ello se reflejó en que costó en demasía controlar una pelota, entregar un pase preciso. En ese contexto el match fue de control alternado, por momentos Chile se paraba mejor en el rectángulo verde, a ratos lo hacía el elenco africano.

En ese ir venir del encuentro, llegó la apertura de la cuenta de los nacionales, Cárcamo se atrevió a tirar al arco desde fuera del área, y los chilenos se abrazaban, la clasificación comenzaba a ser realidad. El encuentro siguió ofreciendo alguna acción de riesgo en ambos pórticos.

El segundo tiempo trajo un gol de camarín en el arco chileno. Luego de un  lanzamiento de esquina, una cabeza como de camello triunfó en las alturas, para decretar el empate faraónico.

De ahí en adelante el nervosismo creció en los dirigidos de Córdova, la pelota parecía quemar en los pies y se perdía con mucha rapidez.

Eso, hasta que faltando un par de minutos  para el final y una clasificación tranquila, una falta innecesaria propició un tiro libre que terminó en las redes chilenas, era el 2 a 1, a favor de los del Nilo, a esas alturas irremontable…

Si bien Chile, avanzó a la siguiente etapa, el ambiente no estaba para celebraciones ni para poesía… no sé por qué recordé una canción infantil, esa de » la cuncuna amarilla» como la tarjeta, que dada las circunstancias, parece una tarjeta de invitación a seguir participando, por ahora….

Ofiuco

Fuente imagen: lapelotaesmia.cl

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