Me convencieron para ver el debate de Chilevisión. Me perdí un poco la primera parte mientras hacía zapping. Al parecer, de partida Kast le lanzó un puñete a Jeanette. Ella sintió el golpe. Se entiende que Jara no quiera participar en los debates, todos los demás candidatos son oposición al gobierno, y de una manera u otra le encajan jabs altos y bajos. Incluso el profesor Artés le reprocha que su rojo se está destiñendo. Claro, el hombre añora un pasado fracasado, y en la única parte donde funcionó adoptaron un sistema capitalista, pero manteniendo la represión en la población. De todas maneras, Artés se mandó algunas frases para el bronce. Kaiser, sagaz y rápido en el combate se vio bien, también le mandó unos mangazos a Jara. La pobre se sintió mal, ¿quién no? Pero hay que ver qué haría un político como Kaiser sentado en trono de la Moneda. Para más remate, Meo le dijo amurrada. Chuta, Jeanette debe pensar, cuántos debates faltan, auxilio, estoy viviendo la cueca del guatón Loyola. Al parecer su cuero de chancho para esta actividad está en duda. En cuanto a Marcos, con su pirotecnia conocida, se desenvolvió bien, pero no termina de convencer, sin embargo, es bueno que siga participando en las elecciones, puede batir algún récord Guiness, si es que ya no lo batió, y además hace entretenida la cosa. Creo que a Kast le faltó sal, y tiene la costumbre de golpear al adversario con buenas palabras; actitud que en la última elección no le otorgó réditos. ¿Será Kast lo que necesita el país? Apunta el rifle en la dirección correcta, pero no sabemos si el arma va a percutar, (es una metáfora). Parisi, no por favor, poner minas antipersonales en el norte… ni pensarlo. Es cierto que en el norte lo están pasando re mal, pero ese remedio va a causar la muerte de inocentes y va a dejar personas mutiladas. Que metan a la cárcel a los malvados delincuentes y no los suelten por un buen rato, esa es la solución, a mi entender. La Evelyn, para portada de revista fashion, se vio la más consistente, con sus cositas, pero bueno, ella dijo que errar es humano, quién podría rebatir eso. Finalmente, Harold y su apellido difícil: el más sobrio, el más razonable, el más gentleman, incluso Jeanette lo destacó. Me gustó que fue al grano con sus ideas. Visibilizó problemas que es preciso solucionar: la obesidad infantil, el sedentarismo, la falta de deporte en la juventud, la salud mental, los metales que se llevan las compañías mineras gratuitamente, en fin.
El Criticón
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